Rememorando los inicios.

Muchas veces se me invitó a contar, como fundadora, los comienzos de Armonía. Tenemos varios escritos que de hecho hacen referencia al momento de su fundación en el año 1992.

Elijo para comenzar, compartir con los y las que nos están leyendo, este texto que es la respuesta a un mail enviada al Dr. Walter Kohan, con quien intenté contactarme en setiembre de 2016 para que nos visite, que brindan una pincelada sobre los comienzos, algunos momentos del recorrido y el seguir pensando la escuela.

 

"Lunes. Día de sol en la Villa de Merlo, San Luis.

Walter Querido!

Intento responder a tus preguntas.

 

Después de recorrer varias librerías de Buenos Aires lo encontré. Hace unos días terminé de leer ¨La escuela pública apuesta al pensamiento¨, donde compartís la experiencia del Proyecto de Filosofía en Caxias, Brasil. Libro que busqué para conocer más de esta experiencia. Me dio ganas de ir a visitarlos! Disfruto de tus lecturas desde hace años. Nunca te escuché personalmente, pero sí pude hacerlo varias veces a través de la web, que en ese sentido, acerca y es bien interesante. Cuando tuve el libro en mis manos me pregunté al leer su título, porqué la escuela privada no puede apostar al pensamiento? O por qué no ¨La Escuela apuesta al pensamiento¨? Pero enseguida me conecté con lo que venimos trabajando internamente: lo público de las escuelas más allá de su gestión. Ese lugar tan propicio para crear la posibilidad de transformarse uno mismo por la presencia de otros, junto a otros diferentes.

 

Armonía como proyecto educativo tiene un recorrido interesante que nos sigue entusiasmando. Surgió en los 90, seguramente como un acto de rebeldía, de disconformidad, con la intención de crear un proyecto donde se pudiera pensar en educar contra la corriente desde el nivel inicial. Pensar una escuela para aprender mucho más que los contenidos de las áreas, y las preguntas por qué y para qué se fueran instalando en nuestro transitar. Así fuimos construyendo una identidad que cuidamos, abrazamos y a la que apostamos para seguir profundizando. Al principio un poco sola en cuanto a equipo de trabajo, pero acompañada por mi experiencia hasta ese momento en ámbitos públicos y privados de educación formal y no formal, pero mucho más inquieta por las voces de muchos que han despertado en mí y lo siguen haciendo, búsquedas infinitas, lecturas, el andar como viajera visitando escuelas y espacios donde poder intercambiar experiencias, me animé a fundar esta escuela que el año próximo cumplirá sus primeros 25 años. 

 

Tus preguntas me invitaron a volver a reconstruir internamente, no solamente el transitar de Armonía como institución educativa - ya hoy con un equipo directivo y de investigación, con maestros y profesores que hace años eligen sumar sus miradas y otros que van y vienen y seguramente se llevarán su experiencia - sino dejar de pensarla en función de sus ¨etapas evolutivas¨, desconfiando de la temporalidad cronológica que divide su vida y sentirla más como un movimiento consecutivo indiferenciado, como vos mismo referís, aprendemos de Deleuze.

 

Y en ese movimiento... Armonía como lugar de experimentación e inspiración que es, como escuela activa, entusiasta, curiosa, preguntona, atrevida que sigue siendo. Así como lo es la infancia! Disconforme y en permanente construcción. Abrazada a un pensamiento nómade que nos enriquece y nos hace seguir en la búsqueda. Búsqueda que acompaña el sentir de la institución escuela, más allá de la nuestra y la necesidad de abrir espacios de conversación, de continuar pensando junto a otros pero sobre todo, de cuestionarnos.

 

Desde un comienzo estuvo instalada en Armonía la mirada filosófica, la discusión filosófica, ideológica, esos espacios han sido fundamentales en este entramado al que se fueron sumando ¨esos otros¨ tan necesarios. Pero también es verdad que esas discusiones estuvieron y están presentes en espacios de intercambio más reducidos o exclusivos a la gestión, logrando sí a través de numerosos y sostenidos proyectos sociales, de la literatura, las artes, los intercambios con escuelas de otros países latinoamericanos (Chile, Bolivia, Colombia, Cuba, Ecuador, Guatemala, México), E.E.U.U, India, Francia e Italia, armar y seguir construyendo una escuela con características muy propias y singulares. Pero observamos y sentimos como necesario el involucrar al resto de la comunidad, especialmente a los chicos. Necesidad que no sólo se asoma desde el proyecto en sí mismo, sino fundamentalmente a través de la observación y el análisis de todos nosotros, de la comunidad que transita Armonía todos los días en su cotidiano. Digo pibes, familias, directivos, maestros, profesores, asistentes. Esta falta de pregunta, de cuestionamiento, de ¨no darnos cuenta¨, de ser pensados y hablados todo el tiempo. No dejar ni la más mínima posibilidad a la duda.

 

Los tiempos políticos, económicos y sociales nos invitan a redoblar la apuesta y profundizar el pensar la escuela como lugar de resistencia, de contracultura. Y ahí en ese ¨te muestro el mundo, te presento aquellos que te han precedido pero también te acerco otros universos para que tengas libertad. Te doy canciones y relatos para que de a poco puedas prescindir de mí...¨ Leer el mundo. Libro tan hermoso de Michele Petit. Así como de la mano de las artes les mostramos el mundo, seguramente creando y abriendo espacios sostenidos para la duda, los invitemos a preguntarse.

 

Ojalá podamos contar con vos.  Un abrazo! Alejandra"

 

Alejandra Antoniassi

Fundadora

Armonía Jardín de Infantes - Escuela Primaria

Presidenta

Fundación para la Educación en Valores Humanos - Armonía